BÉJAR 3

 

Cuartel en Palacio Ducal

El origen del Palacio ducal de Béjar habrá que buscarlo en la propia repoblación de Béjar, llevada a cabo por Alfonso VIII en 1203, pues su nacimiento como castillo iría unido a la construcción de las murallas. Aunque muy mermadas éstas ya en el siglo XIX, todavía conservan algunas torres cuadradas y redondas y parte de su perímetro bordeando el oblongo cerro sobre el que se asienta la parte antigua. De ese primitivo castillo, situado al occidente de la población, sabemos que tenía planta rectangular con torres en los ángulos. Referencias del mismo se encuentran ya en el Fuero, de fines del siglo XIII. Béjar fue lugar de realengo, pero con Enrique III, en 1396, pasó a señorío de Diego López de Zúñiga o Estúñiga, cuyos sucesores van a ostentar el título de duques de ese lugar, concedido por los Reyes Católicos. Pues bien, a uno de ellos, el segundo, se debe la construcción del actual castillo-palacio, en concreto a don Francisco Sotomayor y Zúñiga, casado con doña Guiomar de Mendoza. Los duques afrontaron la reconstrucción de su alcázar bejarano hacia 1569; el primitivo edificio, hasta donde se sabe, tenía un marcado carácter militar. 

La decadencia del edificio como centro de poder ducal se hizo inevitable a partir de 1777 a raíz de la muerte del duque don Joaquín, momento en el que sus dominios caen en manos de la Casa de Osuna. De todas formas, durante ese mismo siglo, y ante la ausencia cada vez más acusada de los duques, el palacio fue regentado por un alcaide, cargo que ostentaban personas de plena confianza de la casa.

A partir de la ocupación francesa de Béjar durante la Guerra de Independencia, el Palacio se convirtió en un cuartel militar cuando las situaciones bélicas así lo imponían, sin importar que su propiedad estuviese todavía en manos de la Casa de Osuna. Así, en julio de 1810 un destacamento francés se acuarteló en él para mantener su dominio sobre la población y en él permanecieron hasta octubre del año siguiente. Ni que decir tiene que sufrió saqueo y destrucción de parte de sus riquezas.

Narran las crónicas de la época que en el año 1867, "el día 24 de agosto, se produjo una intentona de pronunciamiento en Béjar, en el sitio de la Corredera. Al día siguiente, un tal Belloso, por la tarde, disparó un pistoletazo a un Jefe de Civiles (de la Guardia Civil) al grito de “Viva Prim”, sin causar daño alguno, y fue preso.

El día 27 por la mañana asaltaron la cárcel dos paisanos (Domingo Guijo y Vicente Valle) para liberar a sus parientes y amigos, Belloso y Aniano Gómez, que fue tomado preso el lunes 26. Los Civiles (Guardia Civiles), ante este asalto, optaron por no oponer resistencia alguna por ser únicamente un número de 60 y los de la población que apoyaban a los asaltantes innumerables.
Al día siguiente llegó a Béjar una columna de la Guardia Civil y Carabineros en número de 200 hombres, acuartelándose en el Palacio, y tomando enseguida la Iglesia y Torre de la Plaza. El día 29, al amanecer, una columna de 200 efectivos del Palacio, con un comandante, sale en persecución de los excarcelados y excarceladores, que habían huido al monte; quedaron en el Palacio 70 números con 3 oficiales.
La población toca a rebato y se arma como puede, reuniéndose unos 300 bejaranos, a los que se unen parte de los huidos al monte, dirigidos por Aniano, atacando el Palacio, y tras tres horas de asedio reducen a toda la fuerza. Las fuerzas que habían salido al monte no regresaron hasta que la columna del Brigadier Aguirre, procedente de Madrid, entra en la Ciudad, el día 30 sobre las 11 de la mañana, tras pactar la rendición de los levantados en armas con una Comisión de bejaranos.
Amén de la requisa de armas y los consejos de guerra, al Ayuntamiento de Béjar “se le impuso la obligación de pagar a buenos precios las carabinas de los Guardias y Carabineros que no pudieron ser habidas (halladas), y el de habilitar el Palacio para cuartel de la tropa, en que gastó más de diez mil duros.
El Brigadier O-Ryan, que llegó con otra columna de tropas vía Ávila, antes de su regreso a Madrid, dejó acuartelado el Batallón de la Constitución, posteriormente relevado por el de Cazadores de Llerena (estas son las tropas del Ejército que quedaron, junto con la Guardia Civil, acuarteladas en el Palacio). El Gobierno mandó varios Alcaldes Corregidores; el último enviado fue D. José María Avilés."


El 4 de septiembre de 1869, según consta en escritura pública firmada ante Jerónimo Fernández, el edificio pasa a manos del Ayuntamiento bejarano por compra a la Casa de Osuna, utilizándose como una especie de cajón de sastre adecuado a la convivencia de distintas actividades del todo heterogéneas. En un informe redactado en 1894 por el ayuntamiento a petición del Ministerio de la Gobernación se realiza una descripción general del Palacio. En los subsótanos se alojaban dos escuelas, una de párvulos y otra elemental de niños (llamadas Escuelas del Salvador), fundadas en este lugar en 1876; en la planta baja, crujía del mediodía, se situaba el salón de actos del ayuntamiento, la secretaría, el despacho del alcalde y el archivo; los pisos altos, también en el sur del edificio, no tenían función alguna; las crujías de levante, norte y poniente, servían como cuartel militar, alojando una zona destinada a dormitorio con una capacidad de alojamiento de 10 a 20 hombres.

En Acta de la sesión de 15 de abril de 1878 se refleja que el Jefe de la Guardia Civil (por la denominación que utiliza, debe corresponder al Jefe de la Línea, por lo que es posible que con el aumento de fuerza que se debió producir en la década de los 50, tras el ofrecimiento del Gobernador en 1853, y por los sucesos de julio de 1854, alrededor de 1860 debió establecerse en Béjar una Línea, junto con el Puesto) pide construir un panderete para dar independencia a los guardias (más adelante se verá que se refiere a obras en el Palacio, compartida la ubicación con la guarnición del Ejército).

En Acta de la sesión de 28 de marzo de 1879 se refleja que el Jefe de la Guardia Civil comunica inconvenientes de compartir cuartel con la guarnición. En Acta de la sesión de 8 de abril de 1879 se refleja se tiene una propuesta de local para cuartel de la Guardia Civil, propiedad de D. Ángel Hernán, en la Calle Alameda, con una renta de 2.500 reales anuales.

En Acta de la sesión de 27 de mayo de 1879 se refleja que D. Ángel deja la renta de la casa ofertada en 2.150 reales anuales (sabiendo que la Guardia Civil abonará 800). Consideran que aunque el Ayuntamiento tiene que pagar más de lo que abonaba antes, les compensa por poder disponer de las instalaciones que ocupa la Guardia Civil en Palacio para otros menesteres.

Según el Álbum Geográfico de la Guardia Civil de 1895, Béjar contaba ya ese año con Línea, además del Puesto creado desde los inicios del despliegue de la Guardia Civil (como se indicaba anteriormente, por las referencias encontradas en el Archivo Municipal de Béjar, la Línea se creó antes de este año, posiblemente sobre 1860).

(Información obtenida del Archivo Municipal de Béjar, de https://www.asturnatura.com/turismo/palacio-ducal-de-bejar/3326.html y de https://bejar.biz/castillo-palacio-zuniga-en-bejar-2-parte)

Palacio Ducal, posiblemente antes de pasar a manos del Ayuntamiento

Palacio como cuartel del Ejército, ya en el siglo XX

Patio interior del Palacio en la actualidad

Palacio Ducal en la actualidad